Sopa Palóc
Este plato clásico húngaro es a la vez nutritivo y sabroso: una sopa rica hecha con judías verdes, patatas y una mezcla cremosa de nata agria (tejföl) y harina. El sabor ligeramente ácido se realza con hierbas frescas, mientras que los panecillos húngaros recién horneados (pogácsa) complementan perfectamente la riqueza del plato. Una combinación cálida y reconfortante para cualquier ocasión.

Sopa Palóc
La sopa Palóc es una sopa tradicional húngara, rica y ligeramente ácida, considerada una versión más ligera del goulash. Se elabora con carne, judías verdes y verduras, y se espesa con una mezcla de nata agria (tejföl) y harina. Suele aderezarse con un poco de zumo de limón o vinagre, y se sirve con eneldo o perejil fresco.
Ingredientes principales:
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600 g de carne de cerdo (también se puede usar cordero o ternera)
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Cebolla, ajo
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400 g de judías verdes, 2 patatas, zanahoria
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Especias: pimentón, comino, laurel
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Nata agria y harina para espesar
Preparación clásica:
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Cortar la carne en cubos y sofreírla con cebolla. Añadir pimentón, ajo, comino y hojas de laurel.
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Cubrir con agua y cocinar hasta que la carne esté tierna.
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Añadir las patatas, judías verdes y zanahoria, y cocinar hasta que estén suaves.
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Preparar una mezcla de nata agria y harina, y agregarla a la sopa para espesarla. Cocinar unos minutos más.
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Al servir, se puede decorar con más tejföl y hierbas frescas.
Pogácsa – el acompañamiento perfecto
La pogácsa es un panecillo esponjoso y salado típico de Hungría, ideal para acompañar sopas como la Palóc.
Ingredientes básicos:
Harina, grasa (como manteca de cerdo o mantequilla), nata agria, yema de huevo, sal y levadura.
Después de dejarla levar, se pincela con huevo, se espolvorea con queso rallado o semillas de sésamo y se hornea. El resultado es un bocado tierno y aromático, perfecto para absorber los sabores de la sopa.